En Colombia diferentes entidades continúan brindando información sobre los caminos a tomar frente a la desaparición de personas. Para el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), una de las entidades que apoya las labores, la búsqueda de personas es calificado como uno de los retos humanitarios más importantes en Colombia.
¿Qué hacer frente a un caso de desaparición?
Según esta organización, apenas una persona identifica que un familiar podría estar desaparecido, puede solicitar su búsqueda inmediata dirigiéndose a la Policía Nacional. De la misma manera, puede dar aviso al CTI de la Fiscalía, al Instituto Nacional de Medicina Legal y a las clínicas u hospitales.
La denuncia sobre la posible desaparición la puede hacer cualquier persona, sin embargo, se recomienda que la realicen familiares en primer grado de consanguinidad (padres, madres, hijos e hijas), de segundo grado (hermanos, abuelos, nietos) o civiles cercanos a la víctima que se encuentren en Colombia. Recuerda que este tipo de denuncias no se pueden hacer desde Venezuela.
Guía del CICR
De acuerdo con lo establecido por el organismo, la guía recoge los aprendizajes y el trabajo que desde 20217 ha venido realizando el equipo del Programa de Salud Mental y Apoyo Psicosocial (SMAPS) de la unidad de salud, así como la experiencia de forenses, del Comité Internacional de la Cruz Roja en Colombia (CICR) en el acompañamiento a quienes buscan a personas desaparecidas.
Uno de los aspectos que compone la guía para los familiares de las personas desaparecidas es el relacionado con los momentos específicos de la búsqueda
Momentos específicos de la búsqueda
Participación de familiares de personas desaparecidas
Para el CICR, el componente psicosocial del acompañamiento tiene una misión fundamental en el proceso de preparar a los familiares y es facilitar el tránsito hacia el reconocimiento de la recuperación humanitaria como un momento en el que se les entregará resultados, entre otros, el del estatus jurídico de la persona que buscan, es decir, que la persona dada por desaparecida pasa a ser una persona fallecida.
“Incorporar a la vida e identidad de los familiares un nuevo aspecto. Aunque para ellos la muerte no les es ajena, por ser algo natural de la vida, es doloroso abordar los sucesos que llevaron a la pérdida de la vida de su familiar. Por ello, resulta fundamental apoyar y facilitar los espacios de reflexión.
Durante la entrega digna
- Facilitar un espacio íntimo y seguro donde los familiares adelanten los rituales religiosos y culturales.
- Posibilitar que la persona transite en sus emociones, memorias y narrativas que surgen desde la experiencia personal y familiar.
- Abrir un espacio para que se desprivatice el dolor en un entorno contenido, coordinado y pactado con los familiares.
- Desarrollar acciones de conmemoración de su ser querido, reconociendo el lugar que ocupa el familiar en su historia y permitir que desde el acompañamiento se centre en nombrar, significar y construir.
- Acompañar a los familiares en el proceso de salir del estado de incertidumbre y permitirse trabajar lo que significó conocer la suerte la suerte de su ser querido.