Alimentos y kits de aseo se entregan casa por casa en Norte de Santander
Sin importar el credo que profesen y atendiendo al llamado de que somos hijos de un solo Dios, las diferentes religiones y organizaciones espirituales en Norte de Santander se han unido para aliviar la dura situación que atraviesan los migrantes en este tiempo de coronavirus, la cual se ha agravado con el aislamiento nacional obligatorio desde el pasado 20 de marzo.
A pesar de las medidas de prevención y protocolos sanitarios para evitar la propagación del virus, la Iglesia Católica, la comunidad evangélica-cristiana y entes practicantes de bien al prójimo en el departamento han reinventado sus métodos para ayudar a los miles de hombres, mujeres, niños y adultos mayores en condición de vulnerabilidad, con entrega de mercados, kits de aseo y otros insumos.
Actualmente hacen el acompañamiento con apoyo psicológico a niños y les ha tocado recurrir a las redes sociales y aplicaciones digitales para mantener la comunicación, enviando mensajes a través de los medios alternativos.
La Diócesis de Cúcuta continuó ejerciendo la caridad en tiempos de pandemia con recursos propios y ayuda de algunas instituciones de la región, del país y entidades internacionales, llevando ayuda alimenticia a muchas comunidades vulnerables de Cúcuta. Todo se ha efectuado a través de las comunidades parroquiales, pero también con algunos focos de trabajo ya establecidos meses atrás con la Corporación de Servicios de Pastoral Social.
Desde Pamplona, municipio de paso de migrantes venezolanos hacia la frontera y otras ciudades del interior del país, la Arquidiócesis junto con los voluntarios y organizaciones foráneas han reinventado sus estrategias de acción para atender las necesidades básicas de estas personas que provienen en algunos casos de Ecuador y Perú.
“El coronavirus ha hecho que la Iglesia acuda a cada uno de los hogares, implementando una base de datos que tenemos sobre los migrantes residentes. En el caso de los caminantes, en este momento siguen cerrados los albergues por decisión de la Administración Municipal y del Gobierno Nacional, por esa razón, lo que se busca es suministrarle alimentos y otros insumos cumpliendo con las normas de bioseguridad”, dijo el padre Juan Carlos Rodríguez Rozo, delegado arquidiocesano para la Pastoral Social y párroco del Santuario El Señor del Humilladero en Pamplona.
Destacó que en este momento apoyan a 50 niños estudiantes con ayuda psicosocial.
También mencionó que la Iglesia Católica, a través del Servicio Arquidiocesano de Atención al Migrante (Saam) en asociación con otros organismos como los scouts, GIZ OIM, Cáritas Francia, Samarithans y Programa Mundial de Alimentos, ha ofrecido un refrigerio para los caminantes, además asistencia en salud, especialmente aquellos que llegan enfermos y evaluar si requieren algún diagnóstico más preciso. Mientras que en el tema de transporte, tramitan el traslado de los núcleos familiares, menores de cinco años, embarazadas, adultos mayores y personas en condición de discapacidad, hasta Bucaramanga, pero lamentablemente en este momento no se efectúa porque no hay condiciones apropiadas para hacerlo.
En Pamplona se ha ofrecido hasta el momento un total de 4.000 ayudas humanitarias dirigidas a ciudadanos migrantes (70%) y a personas locales (30%). Los interesados en unirse para colaboraciones se pueden comunicar con la Arquidiócesis de Pamplona, el Santuario del Humilladero, al número telefónico 5685372.
Ayuda en Villa del Rosario
En el sector La Parada, en Villa del Rosario, gracias a la labor de la Fundación Venezolanos en Cúcuta (Funvecuc), los migrantes han contado con su valioso apoyo para abastecerse de elementos básicos como alimentos, agua potable y hasta los niños reciben clases bíblicas.
Luis Cabello, pastor evangélico-cristiano y quien también trabaja para la institución como preparador de alimentos, señaló que en este período de cuarentena las medidas no han sido impedimentos para ayudar a los migrantes venezolanos. Más allá de la predicación de la palabra, la organización trabaja con 21 voluntarios y facilitan que los venezolanos se surtan de agua de 7:00 a 10:00 de la mañana y de 3:00 a 5:00 de tarde. También colaboran con ellos ofreciendo donaciones de mercado para que los preparen desde sus hogares.
Mencionó Cabello que a pesar del distanciamiento siguen prestando su ayuda para quien lo necesite y más en momentos en que el municipio presenta un hacinamiento de 7.000 personas, distribuidas en 300 viviendas, según reveló la Administración Municipal. Las colaboraciones las han efectuado casa por casa para evitar las aglomeraciones.
“Como iglesia no hemos tenido ayuda, solo de lo que entra en la fundación. Y el señor Eduardo Espinel y el equipo de Funvecuc nos apartan comida, útiles personales entre otros. Si alguien se quiere sumar a esta labor no importa su raza, ni creencia religiosa puede llamar al 312-3446726 y contribuir con ropa, zapatos en buen estado, comida, kits de aseo personal, tapabocas, guantes y gorros”, expresó Cabello.
Se encuentran ubicados en la autopista internacional de La Parada, en el lote 9-57, al lado del Supermercado D1.
Ayudas a población migrante en cuarentena
Diócesis de Cúcuta |
20.800 mercados |
5.000 provisiones de aseo |
50 toneladas de comida |
4.000 asistencias humanitarias (alimentos y kits de aseo en Pamplona) |
La Parada |
300 familias beneficiadas |
1.000 almuerzos entregados a diario |