El Gobierno de Colombia hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para incrementar los recursos destinados a apoyar los esfuerzos de Colombia en la atención integral de los migrantes provenientes de Venezuela y las comunidades de acogida, especialmente en la superación de la emergencia generada por la COVID-19.
La respuesta a la pandemia ha sido, en los últimos meses, una prioridad fundamental para el país. A esto se suma la atención a la migración desde Venezuela, que aún representa uno de los mayores retos para Colombia en su historia reciente.
Por este motivo, el Gobierno Nacional ha tenido en cuenta a la población migrante dentro de las estrategias para evitar la propagación del coronavirus en el territorio colombiano.
Es urgente un mayor apoyo internacional para la atención de ambas poblaciones, dadas las características de la pandemia y la necesidad de atender tanto a nacionales como extranjeros.
El gerente para la atención integral a la migración de Venezuela, Felipe Muñoz, hizo un nuevo llamamiento a la comunidad internacional para conseguir más recursos para las atenciones de la población venezolana en Colombia, que hoy llegan casi al 1’800.000 según los últimos datos de Migración Colombia, a corte de diciembre de 2019.
“Somos hoy el país que tiene más recepción de migrantes en el mundo y lo hemos hecho de manera generosa. No obstante, con la aparición del coronavirus y en el marco de la emergencia que hemos decretado, hemos incluido en las atenciones a salud y en las otras ayudas a los migrantes, pero esto representa una presión sobre los recursos y requerimos el apoyo de la comunidad internacional para seguir en este proceso”, indicó.
Muñoz, además, explicó que analizando el Plan Regional de Naciones Unidas para la atención de migrantes y refugiados en América Latina, en lo que va de este año, solo se ha recaudado el 3% de los dineros. “Eso quiere decir que las mismas agencias de cooperación están sin suficientes recursos para hacer esa atención”, dijo.
En medio del contexto de la COVID-19, el Ministerio de Salud diseñó la ruta de atención a los migrantes venezolanos con posible contagio o contagiados, garantizando que sea la misma que aplica a cualquier colombiano, y definió los lineamientos para la prevención, detección y manejo de casos de la enfermedad en esta población.
Asimismo, el Gobierno Nacional, las autoridades locales y las organizaciones de cooperación en el país han ajustado sus acciones con el fin de proteger el bienestar y salud de todos.
La política de puertas abiertas que Colombia ha demostrado en los últimos años, conlleva un alto costo de recursos financieros y humanos, y ahora por la situación especial de emergencia sanitaria en la que se encuentran el país y el mundo, se ha evidenciado la necesidad de aumentar las fuentes de financiación, con socios de cooperación, que puedan apoyar los esfuerzos del Estado para la atención a la población migrante y la garantía de su acceso a la salud.
Hasta el momento, el Estado determinó el cierre de la frontera con Venezuela para minimizar el alto riesgo de contagio.
La ayuda requerida para apoyar todos estos esfuerzos está consolidada en un listado de necesidades para atención al COVID-19, que fue compartido con más de 30 países socios y las Naciones Unidas. Hasta el momento, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), China, Canadá, Emiratos Árabes Unidos, Alemania, el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), han otorgado asistencia técnica, insumos médicos y apoyo financiero.