Dailenis se gana el sustento vendiendo tintos en Cúcuta

Esta migrante venezolana llegó a Cúcuta hace dos años, con la esperanza de una vida mejor.
Dailenis estuvo en la feria de servicios que se desarrolló en la biblioteca pública de Cúcuta.

Llena de coraje y amor por sus dos hijos se levanta cada mañana Dailenis Ocando de 23 años, una venezolana que llegó a Cúcuta para salir adelante y brindarle un mejor futuro a sus pequeños.

La vida no ha sido fácil para ella pero hace dos años decidió que en Maracaibo, estado Zulia de Venezuela, no podía seguir viviendo por la crisis económica y política.

Sin tener familia o amigos en Colombia, se aventuró para empezar de nuevo como madre soltera. Con dos termos de tinto, trabaja para conseguir dinero que sirva para sostener a su hija de 4 años y a su bebé, de cinco meses.

“Vivo en el barrio El Cerrito por la cárcel Modelo para el fondo. Ahí una colombiana de corazón puro nos ha dado ayuda.

Ella nos acogió en su casa, me cuida a los niños y hasta nos da comida. Sé que la vida no me alcanzará para pagarle por todo lo que hace por nosotros”, relató Dailenis.

Cada mañana despide a su hija y sale con su bebé alzado en un brazo y los termos en el otro, para recorrer el barrio vendiendo café.

Asegura que con este trabajo informal apenas consigue entre 5.000 a 8.000 pesos diarios, insuficiente para pagar una habitación en arriendo y la comida de sus hijos.

“Soy afortunada porque la dueña de la casa no me cobra alquiler, pero me siento mal pues es poco lo que gano. Quisiera un empleo formal para demostrar que soy capaz de desempeñarlo de la mejor forma”, dijo.

Dailenis recuerda aquellas épocas gloriosas de su país, cuando llegó a laborar como auxiliar de bioanálisis o lo que en Colombia se conoce como auxiliar de bacteriológica.

Sé que todo va a mejorar y le envío un abrazo inmenso en especial a mi madre, a la que no escucho desde hace mucho pero le agradezco por hacerme una mujer valiente y guerrera en la vida”, agregó.

Dailenis vive en el barrio El Cerrito de Cúcuta con sus dos hijos.

Espera poder regularizarse

Otro de los problemas que afronta Dailenis es que se encuentra de manera irregular en Cúcuta, lo que no le ha permitido tener un empleo formal.

Por eso no duda en acudir a las jornadas de atención de Migración Colombia o el Ministerio de Trabajo con la ilusión de conseguir algún permiso que le permita estar de manera regular.

“No puedo pagar la visa porque es imposible para mi conseguir todo ese monto. Así que espero haya un nuevo Permiso Especial de Permanencia (PEP), para obtener documentos en este país”, afirmó.