El trabajo en favor de la educación de los niños, niñas y adolescentes más vulnerables y los migrantes que llegan a territorio colombiano, ha sido el motor para que mujeres lideresas y con vocación de servicio creen redes de apoyo.
Una de esas lideresas es Meibi Castillo, encargada del colectivo Juventud Libre y Líder, una migrante venezolana que encontró en las adversidades, la oportunidad de ayudar a cientos de personas que, como ella, llegaron a Colombia en busca en un mejor futuro.
El sector de La Parada, en Villa del Rosario, es hace seis años el lugar donde Meibi tiene su red de apoyo. “Yo llegué a Colombia procedente del estado Aragua, huyendo de una situación de explotación sexual que tuve que vivir en ese momento. Luego de eso, llego a la frontera y empiezo a trabajar en los puentes cargando maletas por las llamadas”, señaló la lideresa.
De la adversidad a la oportunidad
Llega un difícil momento en la vida de Meibi cuando su hija mayor, con 14 años en ese momento, se extravía en zona de frontera. En medio de su búsqueda desesperada y con poca información, es cuando decide buscarla por su cuenta apoyándose en la orientación de diferentes personas.
“Esa orientación que yo recibía se la replicaba a otras mujeres que estaban en circunstancias parecidas. Es en ese momento que decido empezar mi trabajo para ayudar a otras personas, en su mayoría migrantes que están llegando a Colombia”.
Gracias a este trabajo se logró consolidar la puesta en marcha del Centro de Atención Psicosocial (Caps) de La Parada, donde reciben casos relacionados con la protección de los derechos de la mujer y las personas migrantes en la frontera.
“Hago un voluntariado de arte para sana. Mi motivación es ayudará estas personas para que salgan adelante y tengan a la mano la información que para mí fue difícil conseguir. Durante el 2023 hemos realizado 1.200 atenciones a la población migrante en el sector de La Parada”, añade Meibi.