‘Mi Rumbo Fuera de Casa’ fue el sencillo musical lanzado el pasado lunes 16 de diciembre, de manera oficial por jóvenes venezolanos que llegaron a Cúcuta con sus familias huyendo de la situación del vecino país.
Esta letra busca crear conciencia en la población de acogida para que no haya xenofobia, en especial hacia los menores, quienes no deciden iniciar una nueva vida.
“Salir de mi casa no ha sido tan fácil, por tantas personas que dejamos atrás... Quisiera ser un mago para transformar aquella realidad que tanto me hace llorar”, dice la entrada de la canción.
El tema fue escrito en conjunto entre 12 adolescentes en edades de 12 a 18 años, quienes contaron con la ayuda de profesionales en formación de la Universidad Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander.
Estos menores que llegaron a vivir en las periferias de Cúcuta fueron beneficiados mediante el programa de protección de la niñez del Comité Internacional de Rescate (IRC).
Su mentor, Johan Alexander Rivera, practicante de trabajo social de la Unisimón, relató cómo se hizo posible este sueño.
“Nació de la realidad que se vive: el fenómeno migratorio. Tener la melodía y letra fue fácil pues los jóvenes reflejaron lo que sintieron”, aseguró.
Sin embargo, señaló que necesitan patrocinadores para producir su sencillo en un estudio profesional; debido a que la canción se grabó de manera casera y aún no ha sido patentada.
El estreno fue en el Banco de la República donde además fueron expuestas otras cuatro muestras audiovisuales de población vulnerable como retornados colombianos.
Alientan a los menores
Mauricio Rodríguez, director de operaciones del Comité Internacional de Rescate (IRC), lideró la propuesta de los adolescentes, asegurando que se trató de una ayuda recibida gracias además a los organismos de cooperación internacional.
"Queremos mostrar el trabajo que se desarrolló desde el programa de protección a la niñez. Hemos logrado cinco productos audiovisuales muy interesantes con los chicos", dijo.
Aunque el estreno fue en el cierre del programa, esperan continuar el próximo año con actividades que permiten promover la creatividad de los jóvenes migrantes y retornados para alejarlos de la crítica situación que viven y mostrarles un mejor camino a través de las expresiones culturales.
"Contamos con la participación de cerca de 15 practicantes de las universidades vinculadas, en especial de psicología y comunicación social, quienes abordaron a 25 menores de esta población vulnerable", agregó.