Maestra migrante: Alejandra Briceño y su compromiso con la educación

El trabajo con poblaciones vulnerables en Colombia ha sido fundamental en la carrera de esta docente.
Docente venezolana Alejandra Briceño con menores en Cúcuta
Escrito Por:
Lila Velásquez

 

“Mientras avanzaba en el ejercicio de mi carrera profesional, entendí que mi tarea no se limitaba a generar espacios de aprendizaje para que mis niñas y niños aprendieran a leer; mi tarea estaba en sembrar en cada una de ellas y ellos, que el valor de la persona no es solo lo que tenemos sino también lo que somos y podemos llegar a hacer y ser”.

Con estas palabras, Alejandra Briceño, una ciudadana venezolana migrante radicada en Cúcuta, destaca cómo el ámbito educativo y el trabajo con menores ha sido el pilar de su carrera y lo que hoy la sigue impulsando a asumir nuevas metas profesionales y personales.

Alejandra nació en un pueblo andino llamado Boconó, ubicado en el estado Trujillo, en Venezuela. menciona que nació en un familia sencilla y trabajadora siendo la tercera de cuatro hijos. “Desde muy pequeña siempre me enseñaron muchísimas cosas entre ellas que debo compartir con los demás. Me enseñaron que tenía que aprender a hacer las cosas por mí misma y aunque he sido protegida por mi familia, siempre motivaron en mí el hecho de que debo ser independiente”, señala.

Docente venezolana Alejandra Briceño-trabajo con menores en Cúcuta

 

Apoyo familiar

A los 16 años partió con una maleta de sueños a estudiar en Mérida y allá se formó en la Universidad de los Andes como maestra en educación preescolar. La docencia, fue algo que desde temprana edad tocó sus fibras y le permitió elegir su proyecto de vida.

Pues sabía que aportar en el crecimiento de niños, niñas y adolescentes y apoyar sus procesos de aprendizaje, era también formar a los hombres y mujeres con grandes valores del futuro, y aún sigue siendo una de las banderas de su labor profesional.

Para la joven maestra, el apoyo de la familia siempre será fundamental en el proceso de cumplir sueños y metas. “Mi esposo me impulsa y cuento con su apoyo, él me para que asuma retos que jamás imaginé asumir”.

Docente venezolana Alejandra Briceño-trabajo con menores en Cúcuta

 

Actitud Resiliente

A finales de 2018, Alejandra se une a la fundación Actitud Resiliente, un proyecto que lucha por eliminar las barreras migratorias en Norte de Santander y cuya fortaleza, entre otras acciones, es el trabajo con menores y el acompañamiento a la población migrante que hace presencia en territorio colombiano.

“Formar parte del equipo de Actitud Resiliente me ha regalado la maravillosa oportunidad de conocer gente así, también maravillosa niñas, jóvenes y madres cabeza hogar que me han regalado grandes enseñanzas y ejemplos de vida. Por esa razón siempre le digo a las mujeres con las que me toca compartir espacios: si las cosas son del color del cristal con el cual se miran, entonces pongamos el mejor cristal, miremos siempre la parte llana del vaso y aunque existen los matices grises en la vida, siempre valdrá la pena seguir”, señala la docente.

Así mismo, manifiesta su agradecimiento con Colombia por la acogida a sus connacionales. “Debemos todos aportar a este país, estamos muy agradecidos con Colombia y su gente no solo por la acogida sino porque además es un pueblo que ha aprendido mucho. Los venezolanos no estábamos acostumbrados a migrar y los colombianos no sabían ser una población receptora y las circunstancias se dieron para que ambos aprendiéramos mucho el uno del otro”.