Decenas de migrantes venezolanos siguen abarrotando el paso en el sector La Parada, en Villa del Rosario, esperando su traslado a Venezuela por parte de las autoridades colombianas. Las personas provenientes de Cali, Bogotá, Ibagué y Bucaramanga relataron que tenían más de una semana haciendo fila, aguardando el momento de ser llevados por la Policía en un camión para cruzar la frontera hacia Venezuela.
El panorama en esta zona sigue siendo confuso. A pesar de que entregaron un número a los venezolanos para mantener el orden, los afectados criticaron que esta medida no se cumple y la aglomeración, sin tomar en cuenta las medidas de protección sanitaria o haciendo uso incorrecto de ellas, convierte la zona en un potencial foco de contagio masivo de coronavirus.
La venezolana Keila Vallejo relató que salió de Cali a pie porque la desalojaron del arriendo donde estaba junto con su esposo y dos hijos. La familia no recibió ningún auxilio de transporte y tardó un mes en llegar a Villa del Rosario, el pasado martes 26 de mayo. Recordó que durante el viaje de más de 960 kilómetros durmieron en la calle sobre colchonetas y recibieron alimentos de los transeúntes, pero en ocasiones solo comían una vez al día.
“Aquí esto ha sido fatal. Tenemos siete días aquí y nos queremos ir rápido a Venezuela porque estamos pasando mucho sol, no tenemos trabajo, nos ha caído la lluvia, sin comer, no tenemos plata. Esto es horrible lo que estamos viviendo y solo queremos volver a nuestro estado Cojedes”, describió Vallejo.
Igual situación vivió Félix Vargas, quien quedó sin empleo por la cuarentena obligatoria y caminó junto con ocho familiares desde Medellín hasta La Parada para regresar al estado Carabobo, Venezuela. “Se llevaron a un grupo de personas a un refugio y que después que salgan ellos nos llevan a nosotros, nos anotaron en una lista y quedaron en buscarnos el domingo y todavía es martes y seguimos esperando”, contó Vargas.
Los migrantes venezolanos señalaron que salir de territorio colombiano ha sido muy tardío. Además de recorrer cientos de kilómetros a pie deben esperar una semana más para cruzar hacia su país.
Ventas por necesidad
Mientras esperan su paso al otro lado de la frontera, muchos venezolanos venden las pocas pertenencias que llevan consigo para comprar alimentos.
Lucía Herrera narró que no le importó vender parte de su cabello para sustentar a su hijo de 1 año y solo espera que la lleven lo más pronto posible al vecino país para reencontrarse con el resto de su familia.
También Deisymar Leal, proveniente de Bogotá, suplicó ayuda a los organismos colombianos e instituciones benéficas. “Tuve que vender un celular pequeño que tenía para darle de comer a mi hija. No contamos con ningún tipo de ayuda, necesitamos que por favor nos colaboren con alimentos y agua, sobre todo para nuestros hijos”, imploró la joven madre.
Comerciantes de la zona indicaron que la situación desde la pandemia es la misma. Se aproximan cientos de venezolanos del interior del país, incluso de Ecuador, Perú y Chile, sin embargo, no pueden cruzar inmediatamente la frontera hacia sus ciudades de origen ya que el Gobierno venezolano restringió el paso solo para 300 personas diarias, según informó un funcionario de la Policía de Colombia.
Juan Francisco Espinosa, director de Migración Colombia, declaró que "de manera reciente el Gobierno venezolano impuso nuevas restricciones para el paso de sus connacionales por las zonas de frontera, esto ha generado los represamientos cerca de la terminal de transporte, al norte de Bogotá".
Hasta los momentos, la Gobernación de Norte de Santander ha prestado apoyo junto con las agencias de cooperación internacional y efectuó una intervención humanitaria para brindarles alojamiento, alimentación y tamizaje de salud en el puente Simón Bolívar.
Autoridades de Migración Colombia indicaron que hasta el 28 de mayo de 2020, retornaron 68.135 ciudadanos a su país, de los cuales, 24.777 lo hicieron cruzando el puente Simón Bolívar.