Actitud Resiliente, la fundación que lucha por eliminar las barreras migratorias

Su trabajo con jóvenes migrantes y sus familias ha sido fundamental para las comunidades de la frontera.
Jornadas de prevención frente al consumo de sustancias psicoactivas
Escrito Por:
Lila Velásquez

 

Actitud Resiliente nació de manera formal en el 2018. Surge en medio de una conversación entre tres amigos donde el tema migratorio que se comenzaba a ver en la frontera colombo-venezolana era cada vez más fuerte, y por supuesto el tema de los jóvenes migrantes cuyas necesidades eran muchas.

Fue así como se plantearon diferentes objetivos que brindaran apoyo a los jóvenes en la búsqueda de nuevas oportunidades, pero también estrategias para lidiar con temas como el duelo migratorio.

Paralelo a esto, ya se encontraban haciendo un trabajo social en la frontera en temas de rutas de atención médica y alimentación. En agosto del 2019 dan inicio a una intervención en los colegios de Cúcuta atendiendo jóvenes y sus familias, labor que cumplen con éxito hasta el día de hoy. 

"La situación de Aráuca no era muy diferente a la de los jóvenes de Cúcuta, así que durante una semana redactamos un proyecto que nos permitiera impactar a 5.000 jóvenes y sus núcleos familiares; no teníamos el dinero así que empezamos a recorrer empresas, Alcaldía y Gobernación buscando apoyo pero en ningún lado nos dieron un sí. Luego de unos acuerdos, se dio la oportunidad de empezar a brindarles talleres y conferencias", señaló Alejandro Gutiérrez, director del proyecto Actitud Resiliente.

Líderes de la asociación Actitud Resiliente

Alejandra Briceño, ciudadana venezolana y quien hace parte de la asociación hace varios años, resalta que tanto como migrantes o población de acogida, se debe trabajar en aportar cosas positivas al entorno. “Yo me uno a Actitud Resiliente a finales del 2018. Hemos atendido y acompañado a jóvenes y sus familias en temas de desintoxicación, desahogo emocional y casos de niñas en situaciones de trata de personas”, añadió.

Así mismo, manifiesta su agradecimiento con Colombia por la acogida a sus connacionales. “Debemos todos aportar a este país, estamos muy agradecidos con Colombia y su gente no solo por la acogida sino porque además es un pueblo que ha aprendido mucho. Los venezolanos no estábamos acostumbrados a migrar y los colombianos no sabían ser una población receptora y las circunstancias se dieron para que ambos aprendiéramos mucho el uno del otro”.  

 

Epicentro de actividades

Para este organismo, los migrantes deben aprender a sumar a las comunidades donde son acogidos. Es así que gran parte del enfoque que tienen, está relacionado con el aprendizaje de nuevas temáticas.

Actualmente la fundación cuenta con el Centro de Capacitación en Marroquinería, que busca generar un espacio donde puedan aprender y generar sus ingresos propios. En ese taller pueden capacitarse jóvenes, madres cabeza de hogar y hombres con deseos de superación. Así mismo, la escuela de fútbol y las clases de oratoria entre otras actividades. Los talleres están dirigidos a todos los interesados sin importar procedencia, credo o nacionalidad, señala la asociación.

 

Estudiantes del Centro Juvenil Don Bosco en La Parada.

 

Intervención en colegios

Para Alejandro Gutiérrez, director del proyecto, el trabajo en los colegios es el más arduo y el mas bonito. Este 2023 cerraron con mas de 6.000 jóvenes atendidos y gracias a su conferencia denominada 'Lo que callan los jóvenes', han visitado salón por salón de las instituciones educativas escuchando las necesidades de los estudiantes de una manera natural que permita el acercamiento con los jóvenes. 

"Terminada la sesión con los jóvenes, al siguiente día los sentamos con sus padres y en juegos de rol se fomenta un espacio de perdón, agradecimiento, reconciliación y ayuda. De estas sesiones salen decenas de personas pidiendo ayuda y canalizamos todo esto en Villa del rosario con nuestra representante de salud mental Daysi Arenas, con quien hacemos un arduo trabajo por esta población", añadió Gutiérrez. 

 

Centro Don Bosco

Estas iniciativas llevaron a crear el Centro Juvenil Don Bosco en el sector de La Parada, en Villa del Rosario, donde niños, niñas y adolescentes podrán participar en diferentes actividades y refuerzos escolares.

Zamira Armas una de las jóvenes integrantes del centro, manifestó que gracias a estos espacios ha encontrado un lugar para el desarrollo de su personalidad. “Allí puedo estar más tranquila, fuera de mi casa. He visto la mejoría que he tenido con mi forma de comunicarme con las personas”, añadió la joven.

Este es el segundo centro juvenil que abre el proyecto Actitud Resiliente, el primero está ubicado en el barrio Cuberos Niño, en Cúcuta. El nuevo Don Bosco pretende ser la sede principal de un compendio de centros juveniles que se espera abrir entre la capital nortesantandereana y Villa del Rosario.

“La invitación es para todos. Más que ser colombianos o venezolanos, somos ciudadanos del mundo, nuestro propósito es darle la ayuda a quien realmente lo necesita, sin importante nacionalidad, raza o color. Y así mismo preparar a estos jóvenes para que en el futuro ellos puedan seguir ayudando a otras personas”, señaló el director de Actitud Resiliente.

 

Un futuro para los jóvenes

"Nuestro sueño en cuatro años es fundar dos centros juveniles en Villa del Rosario, dos más en Cúcuta y uno en Los Patios, desde ahí brindar un espacio ideal para la sana recreación, el fortalecimiento académico y la creación de planes y proyectos de vida coherentes. Continuar con la atención en los colegios y que cada centro juvenil cuente  con el personal idóneo y de planta para llevar a cabo los procesos de los jóvenes", culmina Gutiérrez, quien resalta además que hasta la fecha más de 10.000 jóvenes han sido atendidos en Cúcuta, 1.500 y 300 núcleos familiares en Los Patios y 6.000 jóvenes más junto a 2.000 núcleos familiares en el municipio de Villa del Rosario.