El duelo migratorio, considerado como el sentimiento de pérdida y tristeza por todas las cosas y personas que se dejan atrás después de emigrar. Esta situación se torna frecuente entre las personas que deciden salir de su país, incluidos los niños y las niñas que emigran o que ven a sus padres emigrar.

En general, la experiencia de adaptación a un nuevo entorno como migrante puede resultar complicada y presentar desafíos emocionales significativos para un menor de edad y su acompañamiento.

Si tu hijo o algún infante a tu cuidado presenta signos de duelo migratorio, tales como: cuadros depresivos, ansiedad o problemas de autoestima, es importante prestarle especial atención para poder ayudarlos a enfrentar la situación por la que atraviesan.

Es ese sentido, tal como lo explica Juliana Corona, psicóloga de la Universidad de Pamplona, existen diversas sugerencias que pueden ser de utilidad tanto para ti como parte de la población migrante, así como para tu familia y conocidos, al momento de abordar eficazmente este proceso con un menor de edad.

Estas son las sugerencias de la profesional:

• Buscar ayuda o apoyo por parte de profesionales y/o seres queridos: Crear una red de apoyo que rodee al menor es parte fundamental para que este pueda mejorar su situación y enfrentar los sentimientos que le aquejan. Es importante que le enseñes a expresar sus sentimientos y emociones de una manera sana.
   
• Practicar y promover el autocuidado en su vida: El autocuidado implica dedicar tiempo para sí mismo, para que se reconozca y se cuide, ya sea haciendo ejercicio, practicando algún deporte, meditación e incluso una buena alimentación, ya que le ayuda a gestionar el estrés y mantener un equilibrio en la vida.
   
• Hablar con la verdad: Comunicarte con los niños de forma sincera evita que generen expectativas excesivamente altas acerca de los cambios que se avecinan y que pueden afectarlos de no resultar como esperaban. Engañarlos no contribuye al proceso de confianza contigo al hacerles saber que habrá cambios, pero que podrán superarlos si permanecen unidos y se apoyan como comunidad.

Corona hace especial énfasis, en la atención que los padres o cuidadores deben prestar a los cambios repentinos en el infante, sobre todo cuando lloran mucho, son hiperactivos, agresivos, impulsivos y rabiosos, dado que también pueden ser signos del duelo migratorio.