Con más de cuatro años de experiencia desde su creación en 2019, Banderas Unidas, conformada jurídicamente en el año 2022 como una organización sin ánimo de lucro, trabaja por el restablecimiento de los derechos de las personas migrantes, retornadas, de acogida y pertenecientes a la comunidad afro con procesos de movilidad humana.
Constantemente realizan jornadas de servicios, actividades pedagógicas, capacitando jóvenes, niños, afrodescendientes, mujeres en condición de discapacidad, víctimas de Violencias Basadas en Género (VBG), y poyo a través de una red contra la trata de personas en la ciudad, con el fin de brindarle autonomía a todas estas personas en condición de vulnerabilidad.
La afro-migración ha sido una de las apuestas con enfoque diferencial que han liderado con el fin de entender y visibilizar las violencias y discriminaciones específicas que viven las personas afros, sumadas a la migración como un eje transversal, a los contextos que se enfrentan día a día.
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Como lo explicó Pablo Suárez, asesor de comunicaciones para la oficina en el país de Raza e Igualdad, en entrevista para el Diario La Opinión, “Las personas afrodescendientes se enfrentan cotidianamente a la discriminación racial, aporofobia, prácticas xenófobas y adicional a esas experiencias, otras situaciones de violencia, entonces normalmente sus experiencias suelen ser narradas desde otros puntos de vista, por lo que esta exposición busca incentivar la construcción de narrativas propias desde la experiencia de cada uno”
Para Banderas Unidas, organización que dedica gran parte de su trabajo a la caracterización y apoyo a esta comunidad, ha significado un gran reto, pero han asumido todas las responsabilidades pertinentes para poder brindar de forma desinteresada e integra el mejor servicio a las personas que pasan por su fundación, como lo explica Yolimar Portillo, la representante legal de esta ONG, ubicada en el Barrio San Miguel de Cúcuta.
El aprendizaje obtenido, no solo de la población que les ha abierto las puertas de su corazón para poder ser ayudadas, sino también de los organismos gubernamentales y cooperación internacional, que han extendido su mano para capacitar y otorgar herramientas con respecto al saber a cada uno de los actores que sostiene este grupo dedicado a la ayuda comunitaria; ha servido para expandir sus servicios y mostrarlos en otros territorios, como lo fue el Foro Regional realizado en Bucaramanga, para la socialización de la ley 1257 para la protección de los derechos de las mujeres.
“A poblaciones como las migrantes, retornadas, de acogida, mujeres y demás población vulnerable hemos intentado brindarles herramientas para fomentar su autonomía, realizando actividades de capacitación, tejido, salud mental, derechos sexuales y reproductivos, rutas de atención, empleabilidad y emprendimiento” explicó Yolimar en diálogo con Estoy en la Frontera.
En su trabajo de incidencia, han logrado articularse con cooperación internacional y otras ONG que les han permitido consolidarse como un enlace para la atención de, por ejemplo, casos que requieran acompañamiento jurídico o psicosocial, brindando en dichas situaciones primeros auxilios psicológicos para posteriormente gestionar la remisión.
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Como afromigrante, Yolimar conoce de primera mano las necesidades que vive esta población y por ello lidera estas iniciativas que contribuyen a seguir colocando el foco de en la atención a las vivencias de estas personas, pues como lo menciona, es un “orgullo poder representar este color, porque ser afromigrante nos hace visibilizar la diversidad”.
Ella misma, con el apoyo de la junta directiva de la organización que representa, hizo parte del proyecto que dio como resultado la exposición de “Miradas Afromigrantes: Narrando desde adentro”, una serie de fotografías que muestran los rostros afrodescendientes que han migrado en busca de mejores oportunidades, encontrándose en el camino con distintas luchas que les ha llevado a lazar banderas y buscar proteger los derechos humanos.
“Es importante para nosotros que los niños conozcan sus raíces y se sientan orgullosos y lo digo por mis hijos, porque el día que usted reconozca de donde viene y de qué está hecho y esté segura de lo que usted es algo para sumar en esta sociedad, créame que su vida a pesar de todos los golpes, su vida va a mejorar”, expresó la lideresa en su participación del proyecto liderado por Raza e Igualdad.
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Nombrada como conciliadora en equidad por el ministerio de justicia, Yolimar ha llevado a Banderas Unidas a ser una de las organizaciones que colocan sobre el mapa a esta comunidad, cosa que como señala Virgenith Chinchilla, parte de la junta directiva, “las llena de orgullo llevar este proceso que ayuda a rescatar su cultura, para poder ser incluida en pro de erradicar la desigualdad”.
Con el apoyo del Centro Intégrate y cooperación internacional, Banderas Unidas continúa llevando sus actividades y ayudas a todos los rincones de Cúcuta, esparciendo el mensaje de la integración e inclusión para el desarrollo social de la región que se ve permeada cotidianamente por las dinámicas que conlleva un territorio transfronterizo.