Entre juegos y risas, alrededor de 150 familias de niños, niñas y adolescentes del sector de La Parada, ubicado en el municipio Villa del Rosario; disfrutaron de la cuarta edición anual del Festival Sueños de la Frontera, un espacio dedicado a incentivar su creatividad, habilidades y talentos.
Esta iniciativa, liderada por la Corporación para la Investigación y Desarrollo de la Democracia (CIDEMOS), estuvo compuesta por actividades deportivas, artísticas y culturales que pretenden integrar a los niños y jóvenes que hacen parte de la frontera y de las dinámicas propias de estos territorios.
En el espacio estuvo articulada la Fundación Moiras, brindando apoyo a las actividades relacionadas con la prevención de las Violencias Basadas en Género (VBG) y el empoderamiento femenino, como parte de un mensaje transformador para impactar la vida de los y las participantes.
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Durante la ejecución del cronograma, los niños manifestaron alegría e incluso se vincularon otros que transitaban por la cancha principal donde se instalaron tanto los dispositivos y la tarima para las presentaciones que fueron todo un éxito dentro de la comunidad.
Según Mónica Ortega, coordinadora Territorial de la corporación anfitriona, el principal objetivo de este tipo de espacios, es “fortalecer los entornos protectores para la prevención de violencias que faciliten y promuevan la integración de los niños, niñas y adolescentes, inmersos en contextos de movilidad humana a través del fortalecimiento de su capacidad de agencia, del abordaje de los impactos psicosociales del proceso de movilidad humana la promoción de habilidades para la vida y la gestión familiar, comunitaria e institucional”.
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Además, estas actividades promueven, orientan e incentivan a quienes participan, no solo en la formulación de su proyecto de vida, sino también en las opciones que tienen para hacerlo de una forma sana e integra, como sucedió en el caso de Astrid Valentina, una joven que recién cumplidos los 18 años tuvo que interrumpir su proceso académico debido a afectaciones relacionadas con el bullying.
En su paso por la organización que le ha permitido asistir a encuentros de capacitación y orientación, encontró su vocación en la música y demás proyectos sonoros que la impulsan a seguir estudiando para cumplir con sus sueños y metas, luego de haber recibido el acompañamiento pertinente con respecto a su situación.
Desde su percepción, seguir participando en estos eventos y capacitaciones la ayuda a entender distintos temas que contribuyen a transformar el entorno en el que tanto ella como muchas personas, en especial mujeres, deben convivir día a día a pesar de las violencias y dificultades que existen aún en la actualidad, teniendo en cuenta que se ha avanzado en la protección, tanto de sus derechos como de otras personas que conforman grupos en condición de vulnerabilidad o minoritarios.
“Con el apoyo y la ayuda de diferentes personas de CIDEMOS y también con el acompañamiento que he recibido, he logrado entender muchas cosas y ahora sé que quiero seguir estudiando, que me gusta la música y quiero seguir transformando con los mensajes que puedo dar a través de ella, como en contra de los feminicios y las violencias que vemos todos los días”, señaló Astrid, luego de haber participado durante las acciones deportivas realizadas en horas de la mañana.
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Desde la coordinación territorial esperan seguir realizando muchos más de estos festivales en lo que queda del año, puesto que su ejecución se hace de manera anual y permiten la integración de muchas personas que habitan esta zona, como en el caso de Astrid, quien manifiesta haber encontrado un espacio seguro en el que desea seguir explorando su talento.
Finalmente, el Modelo Inspira, mediante el cual se realizan todas estas acciones de integración, participación comunitaria y fortalecimiento de habilidades para la vida, contando simultáneamente con el Espacio Alternativo de Cuidado y Acogida para la Niñez (EACANA), y la estrategia de Protección e Integración para la Niñez y la Adolescencia (PINA), pretende seguir aportando al afrontamiento de los impactos psicosociales de la movilidad humana en esta población, mediante el acompañamiento a nivel individual, grupal y familiar, para reducir su vulnerabilidad frente a los riesgos de violencia.
