Ubicada en el Hospital Emiro Quintero Cañizares, la Fundación beneficia a niños de todo el departamento, que han sido diagnosticados con cáncer, a través de programas que los acompañan desde el amor y el apoyo, para brindarles espacios de recreación, diversión y empatía, contribuyendo incluso con subsidios de transportes para la asistencia a controles médicos, en especial para aquellos infantes que se encuentran en zonas rurales o en otros municipios lejanos a Cúcuta.
Dentro de sus instalaciones no realizan acompañamiento médico, pero sí asesoran jurídicamente a los padres o cuidadores, para que tengas las herramientas suficientes a la hora de exigir los derechos de sus hijos, los cuales se encuentran amparados por la Ley Jacobo y la 1388 del 2010.
Todas las actividades que desarrollan, aceptan a cualquier niño o niña menor de 14 años que haya sido diagnosticado oficialmente con una enfermedad cancerígena y desee participar de las actividades de forma permanente o pendular.
En distintas ocasiones se han gestionado, a través de donantes, viajes que buscan cumplirle los sueños a quienes hacen parte de la fundación, como por ejemplo de conocer al mar, viajando a destinos turísticos como Cartagena o Santamarta o ir a funciones de cine que les emocione.
Actualmente, acogen a niños migrantes que residan en Colombia o Venezuela, ocañeros, arboledanos, pamploneses, saravenenses y araucanos que tengan sus controles en Cúcuta o simplemente quieran incorporarse a los programas que se encuentran disponibles.
"Acá en la Fundación Soñar no nos fijamos en el género, la raza, la religión y mucho menos la nacionalidad, acá todos los niños con esta condición son bienvenidos sin discriminación alguna, una vez hayan sido diagnosticados y deseen acercarse a nosotros, siempre tenemos las puertas abiertas", mencionó Pilar Serrano, representante legal de la organización, en diálogo con LA OPINIÓN.
Los soportes nutricionales a base de Pediasure, se entregan de manera gratuita, en forma de suplemento multivitamínico, para contribuir al fortalecimiento de su sistema inmune y así continuar con el tratamiento que se encuentra en curso y disminuir la dureza con la que se asimilan las quimioterapias.
Además, en convenio con docencia del hospital en el que se encuentran, la Universidad Francisco de Paula Santander y el Instituto Técnico Guaimaral en forma de garante con el aval de la Secretaria de Educación del Municipio, han creado las Aulas Hospitalarias, que traen la educación al centro médico, para que aquellos menores que se trasladan con motivos médicos por largos periodos de tiempo puedan seguir estudiando.
Para los niños que se encuentran hospitalizados y aislados en el sexto piso de las instalaciones médicas del hospital, se viene avanzando una ludoteca que les permita recrearse y acceder a entretenimiento sano y responsable sin necesidad de salir de la zona.
Aunque el trabajo que realizan bajo el nombre de Soñar tiene 8 años, lo cierto es que desde hace 35 vienen adelantando procesos comunitarios con esta población que sigue cada vez más vinculándose a ellos, dado que siempre tienen las puertas abiertas para cualquier paciente del departamento.
