Muchas de las costumbres, hábitos o acciones sistemáticas que se tienen sobre los y las niñas durante sus primeros años, suelen repercutir sobre la forma en que se desarrollan y forman sus personalidades a futuro, en especial dentro de sus relaciones interpersonales en cualquiera de las áreas, ya sea sentimental, familiar o laboral. 

Por eso, es de vital importancia que se identifiquen cuáles son las formas de educación desde casa que aportan a su crecimiento ideal, para así también poder identificar y eliminar las que no, en aras de generar maternidades y paternidades desde el amor que rompan con las cadenas generacionales que traen consigo conductas dañinas. 

Acá te contamos algunas formas que puedes tener en cuenta a la hora de hablar e interactuar con tus hijos o hijas, para aportar oportunamente a un sano desarrollo de su personalidad. 

Hablar en positivo 

A veces muchas cosas que creemos un defecto pueden ser potenciadas a lago positivo y si hablas de forma impositiva y negativa sobre sus acciones o palabras, generarás un choque que condicionará la forma en que se hablarán, llegando a malos tratos que además tendrá consecuencias sobre la manera en que se percibe así mismo ante el mundo.

Si por ejemplo no le gusta realizar sus deberes por ponerse a colorear sus dibujos, no debes decirle que “no sirve para nada”, “es un flojo” o que será un fracasado. Por el contrario, puedes llegar acuerdos donde potencies sus habilidades artísticas a ve que genera un balance sobre sus responsabilidades, diciéndole “si realizas tus deberes primero, luego tendrás mucho más tiempo para hacer bonitos dibujos” y vez de decir que es “un llorón”, puedes decir que simplemente “es más sensible”, eliminando la connotación negativa. 

Dile que lo amas 

Decirle lo que sientes por él no lo hará más débil, por el contrario, reforzará su autoestima y aprenderá a también demostrar sus emociones de una manera sana. Hablarle a los gritos o golpes, solo generará que reaccione de manera violenta ante situaciones que le generen este tipo de sentimientos. Nadie “grita y golpea porque ama”, lo hace porque no aprendió otras herramientas para responder en dichas situaciones y por eso desde niños deben entender que no es normal. 

En ese sentido, escúchalo, celebra sus logros, demuestra cariño con palabras y acciones, juega con ellos, admite tus errores de manera sincera (eso no te restará autoridad, solo debes hacerle entender que eres un adulto, estás a cargo, pero también puedes equivocarte en algunas situaciones). 

No maltrates para demostrar autoridad

No creas que darles un mal trato va a ayudarlos a ser mejores personas en el futuro, pues solo replicaran el ejemplo que les das, puedes enseñarles y orientarles sin necesidad de hacer uso arbitrario de la autoridad, la cual se demuestra haciendo una buena resolución de problemas, coordinando actividades productivas y enseñando valores como la responsabilidad a través del ejemplo.