Jóvenes de la frontera se graduaron como Gestores de Paz

Alumnos colombianos, venezolanos y retornados recibieron diploma en proyecto de ADN Paz.
Los estudiantes también trabajaron con la Fundación Quinta con Quinta en talleres formativos, temáticas de autoestima y círculos de interés (danza, teatro y rap), y mostraron en la ceremonia sus dotes artísticos.

Ciento treinta y cinco estudiantes de bachillerato se graduaron como Gestores de Paz en una ceremonia en el megacolegio La Frontera, ubicado en La Parada, en Villa del Rosario.

Los adolescentes estuvieron durante dos años en talleres y prácticas del proyecto ADN Paz,  organizadas por La Corporación  de Profesionales para el Desarrollo Integral Comunitario (Corprodinco) y apoyadas por Acnur.

En total fueron tres colegios los que participaron (Institución Educativa Puerto Santander, Colegio Jaime Cárdenas Moncada del corregimiento Guaramito y el megacolegio La Frontera), todos con un propósito específico: bajar los índices de xenofobia y contribuir a la construcción de sus proyectos de vida.

“Se viene desarrollando desde el 2017 y consiste en que los chicos se vuelvan constructores de paz, generando planes de vida, emprendimiento y gestión de riesgo que les permitan identificar los puntos violentos pues viven en zonas afectadas por el conflicto armado.

A su vez, se aporta un fortalecimiento interpersonal y se les promueve para que hablen y vean el lado positivo de su territorio”, dijo Juan Pablo Andrade, coordinador del proyecto ADN Paz de Corprodinco para el Acnur.

 

Los jóvenes estuvieron agradecidos con el proyecto que duró dos años.

Listos para crear semilleros

Los menores que son colombianos, venezolanos y retornados, en edades entre 12 y 18 años, cursan los grados noveno, décimo y once de bachillerato en territorio fronterizo. Ellos ya están listos para formar semilleros el próximo año y de esta manera promover lo aprendido.

Con diplomas entregados por representantes de Acnur, luego de haber expuesto sus muestras artísticas mediante la danza, teatro y el rap, quedaron oficialmente como la primera generación en certificarse de ADN Paz.

“Hemos estado relacionados con estos proyectos desde el 2012 cuando eran Huellas de Paz y Rumbos de Paz, en el Catatumbo y en la frontera. Nosotros creemos en el tema del cambio y nos gusta poder trabajar con los jóvenes para que vean un medio de vida y que sí hay un futuro después de que les tocó salir de sus zonas”, manifestó Gustavo Andrade, punto focal de niñez y juventud del Acnur en Cúcuta.

 

En la ceremonia mostraron sus dotes artísticos.