Desde su llegada a Colombia, ambos menores esperaban continuar su proceso académico, sin embargo, debido a su situación socioeconómica, esto se vio pospuesto, pero siempre tuvieron la intención de retornar a la escuela, pues su madre, la señora Coromoto, cada día refuerza su sueño de llegar a culminar una carrera profesional.
Ambos cuentan con discapacidad auditiva, lo cual hacía más compleja la selección de una institución que les abriera las puertas para continuar con sus estudios de manera regular.
Ella menciona que cuando ya se sentía cansada de no encontrar solución a la educación de sus hijos, puesto que se les negaba el cupo, un día “yendo en buseta una señora me habló de un lugar donde ayudaban a personas como yo, que migramos y llegamos buscando nuevas oportunidades, y llegué al Centro Intégrate, un lugar lleno de bendiciones para mí, acá se han portado muy bien conmigo”, señaló.
En busca de ayuda, la señora Coromoto llegó al Centro Intégrate, cuando aún se encontraba de forma irregular el país, puesto que para ella su mayor motivación era poder ayudar a sus hijos a cumplir todas sus metas, misma razón por la que decidió salir de Venezuela, puesto que atravesaba por una crisis debido a la situación socioeconómica que presenta el país.
En las instalaciones del centro, ubicadas en el Centro Comercial Mercedes, zona céntrica de Cúcuta, esta madre, junto con sus dos hijos, logró encontrar la calidad humana y los servicios que necesitaba para poder mejorar en gran parte su calidad de vida, regularizándose y accediendo a la salud pública, que es de vital importancia tanto en su vida como la de sus hijos.
Con el acompañamiento de la profesional en educación, Sandra Solvey, ambos niños pudieron presentar las pruebas de admisión y lograron ingresar al Instituto Técnico Guaimaral, en donde precisamente tienen un enfoque especial para una educación que incluya a los niños y niñas con capacidades diferentes.
“Por su discapacidad auditiva, a ella y a sus hijos, les cerraban las puertas en muchos colegios, pero al final pude ayudar a conseguirles cupo en el Instituto Técnico Guaimaral, ya que ellos, puesto que ellos son expertos en todo lo que es el lenguaje de señas”, contó Solvey al respecto de su situación.
Además, son beneficiarios del transporte escolar gratuito, dado que se encuentran viviendo en una zona alejada de la ciudad, y fueron apoyados con uniformes y útiles escolares para poder desarrollarse de manera íntegra dentro de cada una de sus clases.
A pesar de que para su madre ha sido difícil, puesto que para ella sola, una mujer emprendedora y que lucha por sacar a sus hijos adelante trabajando cada día, su paso por el Intégrate se ha convertido en una luz de esperanza que contribuye a que pueda seguir velando cada día por su bienestar.
“Mis hijos son mi razón de seguir, de ser, para que ellos logren sus sueños, que estudien y sean profesionales, les gusta la robótica a ambos, yo quiero que logren todo eso y mucho más”, terminó de explicar la madre cabeza de hogar.
Su caso de éxito inspira a que más personas logran integrarse efectivamente, logrando y una cohesión social que permita fortalecer el tejido social de una ciudad que se ha visto influenciada fuertemente por la migración, viéndola como una oportunidad de crecimiento para su economía y cultura.