Moteros se unen por la integración de niños y niñas en esta Navidad

Más de 500 niños se vieron beneficiados de una donatón de regalos navideños.
Más de 500 niños se vieron beneficiados de una donatón de regalos navideños.
Escrito Por:
Lineth Sanguino


 

El pasado domingo, tres clubes de moteros, se unieron para llegar a regalar sonrisas a Cañolimón, una de las periferias cucuteñas, en donde conviven personas migrantes, pertenecientes al pueblo Bari y a la población de acogida. 

Alrededor de 500 niños y niñas, se vieron beneficiados de una donación masiva de juguetes, con motivo de la celebración que se llevará a cabo el próximo 24 de diciembre, donde se acostumbra dar regalos a los niños en conmemoración del nacimiento del niño Jesús en la religión católica. 

La actividad se llevó a cabo en horas de la tarde, en donde se tuvo acompañamiento de la Policía Metropolitana y la Fundación Sol Renaciente, quienes han venido trabajando desde la pandemia con esta comunidad, haciendo asistencia humanitaria. 

El club Gamusos, Raider y Nómada, fueron los organizadores que se encargaron de recoger los recursos que posteriormente serían destinados a entregar un detalle a cada niño, niña y recién nacido, además de realizar un show demostrativo de stunt. 

Este es el segundo año que este grupo de personas aficionadas a las motos, se reúnen en este sector para realizar este tipo de actividades que busca regalarle una navidad diferente a personas en condición de vulnerabilidad. 

Según Brayan Soto, líder de Los Gamusos, es importante que las personas entiendan que estar en un club de motos no solo es lo que refiere al vehículo o hacer piques, como generalmente se asocia al hablar de ello, puesto que hace parte de un estigma social que no deja ver lo que realmente son, una familia que busca también generar acciones que contribuyan a otro tipo de familias. 

“Ser moteros o estar en un club, es más de lo que la gente piensa, este es nuestro segundo año en este barrio y nos hemos podido vincular con otros clubes que también tienen ganas de aportar y hacer una bonita obra social” señaló Soto, haciendo énfasis en la importancia de abrir los corazones durante estas épocas que son para ayudar y pasar acompañados. 

Más de 500 niños se vieron beneficiados de una donatón de regalos navideños.

Estas acciones han sido bien recibidas por la comunidad, que ha comenzado a tener una percepción diferente sobre las personas que las organizan, bajo el lema de que “a las motos no hay que tenerles miedo, sino respeto”, como menciona Soto al comenzar cualquiera de los espacios en la agenda. 

Por su parte, la policía, que hizo presencia en la zona en forma de acompañamiento, contribuyó llevando un espectáculo navideño donde realizaron bailes y representaciones de personajes y escenas bíblicas que caracterizan a esta época, incluyendo un pequeño coro y por supuesto las ayudantes de santa. 

La Fundación Sol Renaciente agradeció reiteradamente las obras realizadas por estos grupos con el fin de contribuir y regalarle a los niños y niñas una tarde diferente, pues como lo menciona su representante legal, Cristian Bustamante, su fundación vive de los buenos corazones de las personas, pues su razón desde que se consolidaron legalmente, ha sido la de una organización sin ánimo de lucro. 

“Todo sale del bolsillo de nosotros y que más personas se sigan sumando para ayudar es una respuesta de Dios, porque le hemos pedido a Dios y nos ha mandado personas como ustedes que animan a los niños y les traen cosas que los impresionan y esto también hace parte de la iglesia a la que pertenecemos”, señaló Bustamante. 

Más de 500 niños se vieron beneficiados de una donatón de regalos navideños.

Llegadas las 5 de la tarde la actividad fue finalizando con la entrega de los detalles, y una caravana que se desplazó desde Cañolimon hasta Malecón, haciendo un recorrido en el que si siguieron donando regalos a los y las transeúntes que se encontraban por la zona. 

Los líderes del club Raider y Nómada, extendieron la invitación a continuar visibilizando estas obras sociales que ayudan a desestigmatizar algo que para ellos significa una pasión, pues como lo menciona Yurany mantilla, su intención también es “rodar con intención de servir”. 

Hasta el momento, existen diversos grupos de motos que se dedican a diferentes actividades específicas, pues sus intenciones pueden variar dependiendo de los consensos colectivos que se tengan a nivel interno. 

Francisco Durán finalizó explicando que es importante entender que existen diversas formas de ver y vivir la pasión por “rodar”, como le llaman a andar en sus motocicletas, pero que a todos los une el sentimiento de ser buenas personas y siempre querer ayudar a los demás, por lo que no se debe generalizar y, por el contrario, apoyar y visibilizar este tipo de acciones que logran impactar la vida de cientos de niños y niñas.