El componente artístico y cultural, a través de los procesos sonoros, es uno de los pilares fundamentales para Mestiza Comunidad, una colectiva Juvenil que, desde hace al rededor de cuatro años, ha venido formándose como una de las más incidentes en la escena artística en Cúcuta, buscando siempre un trasfondo de cambio social.
Bajo su liderazgo, se han gestado espacios que se piensan, de una manera distinta, la forma de llevar los sonidos a un siguiente nivel, en el que influyen dentro de un contexto social propio de un territorio transfronterizo que se ha visto fuertemente impactado por situaciones como el conflicto armado colombiano y los altos flujos migratorios desatados tras la crisis económica y social desatada en Venezuela.
En ese sentido, la visibilización de las violencias y su continuación, ha sido una propuesta innovadora que, desde el arte, le apuesta a la decolonialidad, para hablar y cambiar las narrativas que invisibilizan la identidad y tradición latina.
“Proponer espacios artísticos desde un enfoque decolonial, por lo que hemos identificado que el arte sonoro es una herramienta clave para la construcción de diálogos incluyentes y además promover la escucha activa, teniendo en cuenta la investigación y los procesos artísticos desde el arte sonoro son importantes, logrando desarrollar la primera exposición de arte sonoro latinoamericano en Cúcuta”, señaló Jesús Torres, coordinador para el programa Mestiza Comunidad.
Resonancia, es uno de los productos del amor, trabajo y dedicación que cada uno y una de las integrantes de este grupo ha puesto para formar o que son hoy en día. Esta es la primera plataforma de formación y circulación de arte sonoro, la cual permite contribuir al seguimiento de la primera exposición realizada, para poder seguir visibilizando esa identidad del territorio.
La cultura de la paz, también ha sido uno de los proyectos que les ha permitido aportar a la memoria del conflicto y las dinámicas propias de un territorio con dinámicas migratorias, para promocionar una nueva forma de reconstruir el tejido social, siendo un referente dentro del campo sonoro.
“Nosotros hemos logrado además la consolidación de una plataforma de artistas fronterizos, llamada Escucha la Juntanza, la cual busca desde la música y la juntanza poder promocionar la integración binacional para así reducir discursos discriminatorios, xenófobos y agorafóbicos en esta ciudad, logrando contribuir a la cultura de paz, a la escucha y la integración binacional”, señaló Torres.
Esto ha podido descentralizar el acceso al arte, llevándolo a espacios aledaños de la ciudad, acercando a la ciudadanía a estos procesos, por lo que actualmente se encuentran fortaleciendo la agenda de iniciativas de memoria del departamento en la sede de la Corporación Casa Puentera, en la que funcionan como programa de artivismo.
A todas estas acciones, se le suma a la formulación de proyectos de festivales que vienen como iniciativa propia para la disminución contra las Violencias Basadas en Género (VBG) y demás discursos de odio.
Hasta el momento, esperan seguir contribuyendo a la comunidad, en especial a los sectores que se han visto históricamente vulnerados en la garantía de sus derechos como ciudadanos, tal como lo menciona Torres, haciendo énfasis en la importancia de seguir trabajando con ideales y coherencia.