Mariela Trujillo Caballero nació en Bucaramanga hace 38 años y en el 2000 se fue a vivir a Caja Seca, un municipio del Zulia, el estado petrolero de Venezuela. Con su pareja e hijos construyeron un proyecto de vida en el vecino país.
Allá la bumanguesa arreglaba uñas a domicilio. Con eso levantó a su familia. "Me iba muy bien, tenía una clientela fija", contó.
Pero con la agudeza de la crisis económica en Venezuela, Mariela tuvo que tomar decisiones trascendentales. Con sus hijos retornó a Colombia en enero del 2019.
"En Venezuela dejé mi casa y una parcela grande. Ya me había separado de mi pareja, Nunca imaginé regresar a Colombia porque tenía toda mi vida hecha allá. Me vine con mis tres hijos a Cúcuta y vivimos en el barrio Metrópolis. Aquí la familia me ha tendido la mano porque soy madre cabeza de familia".
Toda su vida la ha dedicado a la costura. En la 'Perla del Norte' una amiga le prestó una máquina. El primer pedido que recibió fue de su hermano. La tarea era coser bolsos ecológicos, por medio de taller satélite.
Mariela Trujillo se dedica a diseñar pijamas de niños
A medida que fue integrándose con la comunidad, conoció la Iglesia Centro Cristiano. "Allí me hablaron de un proyecto de la organización internacional World Vision, para impulsar ideas de negocios y pequeñas empresas para población retornada".
Sin dudarlo, Mariela se inscribió y asistió de forma juiciosa a los programas de formación. En septiembre pasado le dieron sus máquinas y materia prima para empezar a elaborar pijamas para niños y niñas, como un aporte de capital semilla por parte de esta organización.
Su marca de pijamas para niños la llamó comercializadora Dulces Sueños, como un reflejo de que los anhelos se vuelven realidad cuando se trabajan por ellos de forma disciplinada y persistente.
"Con esta microempresa deseo sacar a mis hijos adelante", cuenta con la voz entrecortada. Ya sus productos los pudo presentar en la feria de negocios 'Uniendo fronteras', que organizó World Vision con apoyo del Sena y algunas instituciones del gobierno colombiano.
"Establecí algunas relaciones comerciales. La idea es poder expandir la marca", contó.
Su mensaje tanto para colombianos como para venezolanos es el mismo: "Sí hay oportunidades para empezar de nuevo en Colombia".
