Cúcuta se convierte en ciudad receptora de los sobrevivientes del conflicto armado que, años atrás, huyeron a Venezuela en busca de nuevas oportunidades. En la ciudadela Juan Atalaya, por ejemplo, se llevó a cabo un proyecto especial para mujeres víctimas y colombianas retornadas que llegaron para aprender un arte para trabajar.
Estas retornadas recibieron capacitación artística, en la que aprendieron manualidades que les servirá a futuro como un nuevo proyecto laboral.
Todas tuvieron que dejar a sus familias en Venezuela debido a la crisis social, económica y política que vivían, pero decidieron regresar a Colombia para mejorar su calidad de vida.
“Me tocó retornar, aquí estoy tratando de salir adelante, estoy como se dice con una mano adelante y otras atrás, no es fácil pero tampoco es difícil”, dijo Zandra Araque, colombiana que volvió a su tierra.
Con dedicación, esfuerzo, perseverancia y enfrentando sus condiciones económicas, Zandra, logró cumplir con el curso y aprender las técnicas para la elaboración de los diferentes diseños manuales que se convirtieron en unos de los proyectos más representativos del grupo.
Lo que ella aprendió del curso (pinturas, dibujos a mano, cajas y elementos decorativos), se lo transmitió a su hija que aún vive en el vecino país.
